La Iglesia nombra un acólito o monaguillo para ayudar al sacerdote. Participa en el servicio del altar y asiste durante la celebración de la Misa cargando una cruz procesional, encendiendo o sosteniendo velas y sosteniendo el libro del Evangelio. También ayuda en la limpieza del altar, balancea el incensario y tiene muchos otros deberes. La palabra acólito deriva del griego Akóloutos, y significa acompañar en el camino.
Dimensiones: 8,5x5x10,5 cm